En el presente artículo, me pregunto por la relación entre historia, memoria e imagen en prácticas que desafiaron las normas sexo-genéricas, al irrumpir en el espacio público a partir de los años setenta en Santiago de Chile. Por un lado, busco interrogar las narrativas lineales que hacen ingresar estas prácticas a un espacio de inteligibilidad, estableciendo un paso de la clandestinidad a la legalidad como trayecto lineal e irreversible. A la vez, me interesa pensar de qué manera estas experiencias del pasado, perturban los regímenes dominantes de lo visible y lo decible a partir de la contra-productivización de la injuria, proponiendo cruces entre sexualidad, animalidad y vergüenza (en tanto situación social y subjetiva de abyección). De esta manera busco pensar en la emergencia de otros modos de experiencia y de temporalidades políticas diferenciales, que redefinen las relaciones norte-sur y plantean estrategias divergentes respecto a las políticas de visibilidad impulsadas por los movimientos lgtb inscritos históricamente en una narrativa del orgullo.