La actividad turística es un sector económico y una práctica social y cultural que en Argentina ha tenido una presencia notable durante el período posterior a la crisis de la convertibilidad. A partir de ese momento el turismo cobra mayor relevancia en el mercado interno, con una ampliación de la oferta de destinos en todo el país. Paralelamente, se profundiza el posicionamiento del país como destino de alcance internacional, con un alza de las llegadas extranjeras. Por otro lado, sobre todo a partir del mandato de Néstor Kirchner, en un contexto de mayor intervención estatal en la economía y de un cambio de patrón de acumulación, el turismo se convertirá en una política de estado de relevancia. Se trata de uno de los rasgos del modelo posneoliberal neodesarrollista, que se destaca por abandonar la paridad cambiaria peso-dólar, la reactivación económica mediante la creación de nuevos puestos de trabajo, una nueva orientación exportadora, la reprimarización de la estructura productiva, y una nueva correlación de fuerzas entre el capital y el trabajo, que redundan en significativas rupturas y otras continuidades nada desdeñables con el neoliberalismo. A partir del estudio de fuentes secundarias oficiales y periodísticas y del debate teórico, se analiza la relación entre la dinámica del turismo durante el Kirchnerismo, la política oficial para el sector y el contexto económico de la época.