Los criterios sobre el proceso de formación de odontólogos han ido cambiando a lo largo de los años, reconociéndose la existencia de variables no biológicas que están determinando las patologías y que además, son factores relacionados con las formas de vida y producción de nuestras sociedades; esto ha dado origen a planteamientos de globalidad para el abordaje de la educación, procurando desarrollar modelos integradores en la enseñanza aprendizaje, que consideran la salud-enfermedad como un proceso en el que intervienen factores biológicos y no biológicos, que afectan al individuo, la familia y la comunidad. Actualmente, la excelencia académica debe medirse no solamente en base al nivel del conocimiento científico y técnico, sino también en base a la capacidad para conocer e interpretar la problemática de salud de nuestras poblaciones y saber hacer propuestas que le permitan al odontólogo incorporarse a las tareas multidisciplinarias, en búsqueda de mejorar los perfiles epidemiológicos