La ponencia tiene por objeto analizar la práctica de formación profesional desarrollada durante el año 2018 en organizaciones de productores del cordón frutiflorihortícola platense con el fin de visibilizar las condiciones de vida en que se encuentra el sector y problematizar el rol que asume el Estado en el contexto actual.
En América Latina y el Caribe, la Agricultura Familiar representa el 80% del total de los desarrollos agrícolas existentes y, sólo el Cordón Verde de las localidades de Berazategui, Florencio Varela y La Plata, representa más de 30.000 puestos de trabajo y abastece aproximadamente el 70% de los alimentos frescos del Área Metropolitana de Buenos Aires. En este marco, se vuelve imprescindible reconocer la importancia estratégica de este sector en el desarrollo socio-económico nacional y provincial.
Durante el año 2018, en el marco de las prácticas de formación profesional de la carrera Licenciatura en Trabajo Social de la UNLP, realizamos – tal como ellos lo solicitaron - un relevamiento sociosanitario y educativo con el fin de recopilar y sistematizar información referida a las condiciones de vida de los productores. Para ello compartimos diversos espacios de participación que nos posibilitaron desarrollar una mirada crítica de las manifestaciones actuales de la cuestión social y de sus estrategias de organización. De esta manera, a partir de los datos construidos, pudimos realizar una devolución y compartir con ellos un espacio de trabajo, para pensar formas de resistencia ante el avance del neoliberalismo y el empeoramiento de sus condiciones materiales de existencia.
En el relevamiento pudimos ver una gran distancia entre las responsabilidades que asume el Estado en el plano formal y lo que ocurre en la vida cotidiana de las personas: la mayoría de los productores no acceden a la propiedad de la tierra ni a una vivienda digna, presentan dificultades para acceder a los servicios de salud y educación, se encuentran en un reclamo permanente hacia el Estado por la falta de servicios de gas natural, luz eléctrica, cloacas y agua corriente y esto se ve agravado por el uso de agroquímicos para la producción, la falta de capacitación para su implementación y la ausencia de servicios de recolección de residuos vinculados a esta actividad.
En un contexto en que el Estado se configura como una institución orientada hacia los grandes poseedores del capital y abandona a los trabajadores dando de baja distintos políticas sociales que brindaban un acompañamiento a los productores, se vuelve imprescindible la inserción del Trabajo Social en el sector de la Agricultura Familiar, asumiendo como desafío el análisis, la producción de conocimientos e intervención junto a las familias del cordón.