El siguiente artículo forma parte del proceso de investigación llevado a cabo en el marco de la Beca de Investigación Doctoral de la Comisión de Investigaciones Científicas CIC de la provincia de Buenos Aires. Este artículo busca problematizar algunas situaciones críticas por las que están atravesando los/as pequeños/as productores/as migrantes que trabajan y viven en el cordón hortícola platense. El problema de la tierra en la Argentina y en América Latina ha sido un problema estructural en la región y se ha profundizado con la reedición del sistema neoliberal.
En Argentina específicamente la situación de precariedad para los/as pequeños productores se ha venido profundizando desde el año 2016 con la eliminación de la Secretaria de Agricultura Familiar, el Monotributo Social Agropecuario (MSA), el RENATEA entre otros tantos organismos e instituciones que promovían la agricultura familiar. Estos/as trabajadores/as sufren a su vez un doble proceso de exclusión, ya que en su mayoría son migrantes limítrofes y algunos/as de ellos/as desconocen sus derechos como migrantes. Se encuentran atravesados por procesos de xenofobia, rechazo, estafas, y a su vez trabajan en un sector económico-productivo donde el Estado no genera inversión y peor aún solo ha desfinanciado organismos e instituciones conquistadas por los/as trabajadores/as de la agricultura familiar.