Para poder conseguir el pleno desarrollo de las capacidades, hábitos y actitudes más saludables dentro de una comunidad, es prioritario y necesario que la Educación para la Salud esté presente en todas las esferas de la sociedad: en la familia, en las escuelas, en las Universidades, en los centros de trabajo y que todos y cada uno de nosotros seamos capaces de actuar como verdaderos agentes de la salud. Los factores que influyen en la salud son, por tanto, sociales, culturales, educativos y económicos, además de biológicos y medioambientales (Organización Mundial de la Salud (OMS), 1989).