Las leyes ampliatorias de derechos son el resultado de la movilización y organización de colectivos en torno a una demanda, y las que reconocen los derechos humanos de las mujeres no son la excepción. Mi intención es indagar sobre si los argumentos feministas que inspiran la demanda de muchas de las leyes sancionadas en el último tiempo permearon el debate parlamentario, y cómo es que lo hicieron; sobre todo teniendo presente el estigma que pesa aún hoy sobre el feminismo. ¿Tienen lugar argumentos feministas en los debates parlamentarios? ¿Con qué otros argumentos dialogan? Me interesa indagar en los debates de la ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar las violencias contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, ley que garantiza el derecho humano a vivir una vida libre de violencias, de la ley 26.130 de anticoncepción quirúrgica que autoriza la ligadura de trompas de Falopio, sobre todo teniendo presente que en nuestro país aún no se ha dado un debate en el Congreso en torno la interrupción voluntaria del embarazo como también de la ley 25.929 de Derechos de Padres e Hijos durante el Proceso de Nacimiento que despatologiza los embarazos y reconocen a las mujeres derecho a decidir.