Las imágenes sobre los bombardeos y las transmisiones en tiempo real sobre diferentes ataques en Medio Oriente son recurrentes en el siglo XXI. Año tras año, la sociedad se horroriza frente a tales acciones, pero, aun así siguen ocurriendo sin que se generen, de manera seria, las siguientes preguntas: ¿por qué se efectúan de ese modo tan deshumanizado?, ¿a qué responden tales acciones? Ahora bien, desde las ciencias sociales, ¿podríamos dar respuestas a tales interrogantes? ¿Hasta qué punto han avanzado las investigaciones académicas sobre el fenómeno de la guerra? Al respecto, la obra parte de la premisa de que la sociología le ha prestado una insuficiente importancia al análisis de la guerra. Es así que el libro Guerra, Modernidad y Contramodernidad, producto de tres años de investigación financiada por la Universidad de Buenos Aires, con sede en el Instituto Gino Germani, intenta explicar tales falencias dentro del campo sociológico rastreando el origen y los rasgos que cada periodo histórico fue asignándole a tal fenómeno. De hecho, podemos sostener que el móvil principal del análisis de la guerra realizado en la clave de continuidades y rupturas parte de la preocupación por comprender el presente, y poder así, mejorar las posibilidades de intervenir en la sociedad. En este sentido, Nievas y Bonavena plantean que existe una íntima relación entre las formaciones sociales y la guerra, ya que el modo social de producción incidiría en las formas que fue adoptando a lo largo del tiempo. Entretanto, la Modernidad, entendida como un periodo histórico en el cual se producen una serie de innovaciones trascendentales, ofrece a los autores el modelo clásico del fenómeno de la guerra, sobre el cual señalarán divergencias con el presente, el cual tendría expresiones contramodernas.