La obra es una escultura de ensamblado cerámico con otros materiales cotidianos como objetos de labor doméstica asociados con los roles tradicionales femeninos: partes de una tabla de planchar, partes de una olla de cocinar, etc, que constituye uno de una serie de pequeños monstruos cotidianos. Esta obra recibió el Gran Premio de Honor del Salón Anual Internacional del Centro Argentino de Arte Cerámico, y como tal forma parte del patrimonio de la institución.