El proyecto artístico VIBRA MUJER fue creado hace más de un año y lleva adelante distintas intervenciones del espacio público. En la discusión colectiva después de cada performance, el miedo aparecía como un denominador común de lo que sentían en la ciudad y del encuentro con otros aún durante la práctica artística. Así surgió En Guardia (2018), el último trabajo del grupo que aborda explícitamente esta temática como motivo político-estético para la interpelación de los espectadores eventuales.A partir de la observación y el análisis de esta performance, el presente trabajo se propone pensar el miedo como una economía afectiva (Ahmed, 2004) que incide en los modos de circular de las mujeres en la ciudad, la percepción de la exposición del propio cuerpo y las formas de moverse en la calle. Al mismo tiempo, la pregunta por cómo se aborda en la obra este tipo particular de intercambio, permite deconstruir también ciertas figuras retóricas propias del mandato de género característico del pater familiae (Segato, 2011) que se manifiestan ante la irrupción de las artistas en la calle. A partir de este enfoque, se pretende hacer un aporte para pensar la performance como un medio para la comunicación de un punto de vista en torno a un tema de interés público: las asignaciones sexogenéricas. Entendiendo la necesidad presente de los recursos artísticos-expresivos como una forma de apelación a la dimensión emotiva como uno de los elementos centrales hoy de las disputas por el sentido de los acontecimientos políticos.