Desde hace varios años, la Secretaría de Planificación y Control Institucional de la FCEUNLP realiza un seguimiento del desempeño de los estudiantes de la Facultad. En este marco, en 2011 se comenzó a estudiar la actividad de los alumnos que recursan las tres materias introductorias (CITM) en años posteriores al año de ingreso. Dado que es requisito aprobar estas materias para continuar con la carrera, este análisis permite obtener una medida de la tasa de retención –y en contraparte, la tasa de abandono– de los alumnos de la Facultad. De estos estudios surgió una serie de documentos donde se analizó el comportamiento de distintas cohortes, desde la 2009 hasta la 2012.
Una cuestión que surge de este análisis es cuántos años se deberían considerar para determinar que un alumno abandonó la Facultad. Por ejemplo, un estudiante que ingresó a la Facultad en determinado ciclo lectivo –el año 1– y no logró aprobar el CITM, probablemente haga un nuevo intento (año 2), si tampoco las aprueba, quizá haga un tercer intento en el (año 3), y así sucesivamente. Es decir, el alumno siempre puede volver en algún ciclo lectivo posterior. Sin embargo, a medida que transcurre cada año, son cada vez menos los estudiantes que recursan las materias del ciclo inicial. Además, el estudio de las cohortes 2009 y 2010, a las cuales se siguió por cuatro años (hasta 2012 y 2013, respectivamente), mostró que son muy pocos los estudiantes que recursan las materias de primer año, cuando deberían estar cursando materias de cuarto año de la carrera. En base a este resultado, se decidió adoptar el criterio de considerar tres años –incluido el año de ingreso– para estimar las tasas de retención y abandono. Si luego de ese período el alumno no logró aprobar las materias iniciales, es muy probable que abandone la carrera.