Luego de la derrota en las elecciones legislativas de 2017, Cristina Fernández de Kirchner comenzó a menguar su discurso público y a utilizar las redes sociales como medio de comunicación directa con sus seguidores. Tras la asunción como senadora de la Nación (por Unidad Ciudadana), sus apariciones mediáticas fueron esporádicas y específicas, limitadas a sus presencias en el Congreso y en debates particulares con el por entonces no oficialista, Miguel Ángel Pichetto o la vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Gabriela Michetti. Previo al anuncio de la fórmula presidencial con Alberto Fernández el 18 de mayo de este año, la ex presidenta editó su libro Sinceramente y encontró allí un nuevo modo de “hablarle” a la porción del pueblo que deposita esperanzas en su figura. A partir de ahí, Cristina se dedicó a presentar Sinceramente y opinar de la realidad del país en un panel que la ubica como entrevistada. La confirmación de su participación electoral como candidata a vicepresidenta forjó otros momentos de campaña, en los que tuvo apariciones especiales en el lanzamiento de la fórmula (25 de mayo) y en los cierres de las candidaturas de su fórmula con Alberto Fernández (7 de agosto) y la de los candidatos Axel Kicillof y Verónica Magario (9 de agosto). Sin embargo, más allá de eso, la estructura de su discurso se orientó a la brevedad y, sobre todo, al resguardo de las palabras. En esta trama, el empleo del silencio se tornó una constante en su comunicación política.