El ejercicio de las ciencias médicas esta sufriendo una gran transformación, en especial en la relación odontólogo paciente. La misma es la que se establece entre una persona enferma y el profesional capaz de ayudarla. Su finalidad es la de proteger y promover la salud de los pacientes, tratar la enfermedad y eliminar o mejorar el dolor o sufrimiento y la incapacidad. Tradicionalmente esta relación ha tenido un modelo paternalista en la que el paciente buscaba consejo del profesional y era este el que decidía lo más conveniente para el paciente y por respeto reverencial, que hoy se ha perdido, se lo proveía. En los últimos años han comenzado a aparecer en los Tribunales de nuestro país, una cantidad de pleitos contra los odontólogos (hecho que ya se estaba dando con anterioridad en otros países) esto asusta a algunos profesionales y otros lo consideran justo, porque sostienen que si existe un daño en el cuerpo o la salud, debe repararse aunque provenga de una actividad curativa.