Abordar el concepto de análisis de la información desde una perspectiva más amplia que la que conlleva comprender tan sólo a la información suministrada por los medios de comunicación en sus diversos formatos implica, a priori, comprender que las personas son sujetos sociales atravesados por el contexto epocal por el cual transita sus vidas. Estos sujetos, surcados por diversas matrices culturales, necesidades, expectativas y circunstancias, no están aislados ni son impermeables a la influencia del mundo que los circundan. Su conformación como personas está condicionada por su herencia simbólico-cultural, conformada por estructuras lingüísticas, psíquicas, ideológicas, religiosas, impuestas en primer lugar por el lenguaje y mediante pautas educativas, morales, éticas, culturales que han ido, se quiera o no, conformando lo que Carl Jung denominó el inconsciente colectivo así como lo que Freud definió como inconsciente personal.