La evolución y los cambios en el funcionamiento de la facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata en todo este tiempo reflejan la aparición y el crecimiento de nuevos escenarios y vocaciones. La investigación específicamente entendida -apuntando tanto a cuestiones puntuales o parciales, como a otras más generales y/o abarcativas-, inexistente hace veinte años atrás e incipiente hace una década, hoy convoca a numerosos arquitectos docentes y en muchos casos los conduce a un encuadre particular de la disciplina y su ejercicio. Lo mismo sucede con la propia docencia, que requiere -no solo por la masividad de la demanda, sino por la necesidad de volver competitivo el resultado de la formación- de un profesionalismo que va mucho más allá de la transferencia de conocimiento y experiencia específica, e incorpora la necesidad de desarrollar la capacidad de sistematización para generar nuevas habilidades desde la formación y comprensión universal-universitaria. Se presenta así, la necesidad de completar y ampliar la formación profesional.