Lo mismo, lo diferente, lo otro, lo propio, lo idéntico, arsenal lógico requerido para articular la cuestión del sexo dentro del orden discursivo, constituyen al mismo tiempo instrumentos construidos, en su noble atavío filosófico, para controlar esa cuestión. Es posible que se haya pensado lógicamente contra la cuestión sexual. Tal es la hipótesis sostenida por Guy Le Gaufey en El notodo de Lacan, y el punto de partida de una interrogación crítica de las “fórmulas de la sexuación” que ofrecen extensión lógica a la afirmación según la cual “No hay relación sexual”.