Las personas en etapa terminal, a causa de su enfermedad, pueden experimentar aislamiento físico y una verdadera retracción de los miembros de la familia y del personal médico. Esto puede ocurrir aunque el paciente tenga una gran conciencia de su problema y progresivamente aumentada sensibilidad. Un enfermo en la fase terminal tiene diversas necesidades comunes a la mayor parte de las personas (de tipo físico, psicológico, espiritual y social) y otras que les son propias del estado de especial vulnerabilidad que le ocasiona su padecimiento. Es necesario, para lograr su bienestar y aliviar el sufrimiento conocer bien al paciente y a su familia/ cuidadores. El pilar del tratamiento dentro de los cuidados paliativos es el paciente y su familia, dentro de un marco de integración, favoreciendo la calidad de vida de la persona y rescatando capacidades remanentes a fin de permitir a la persona ser un sujeto activo hasta el final de su vida.