Recurrir a la literatura para decir algo sobre la enfermedad, puede ser un ejercicio valioso a la hora de extraer los efectos de una elaboración única como es la lectura y, además, permitirnos ejemplificar ciertas teorizaciones para que resulten accesibles. La novela de Alberto Barrera Tiszka, La enfermedad, publicada en el año 2006 y ganadora del premio Herralde de Novela, ha sido para mí un hallazgo en ese sentido, porque nos acerca una ficción no solo bien escrita y con todos los condimentos de una buena novela, sino porque nos permite reflexionar junto al autor sobre lo que implica hoy en día la experiencia de la enfermedad.