La perspectiva pedagógica que se propone supone pensar las prácticas de enseñanza como prácticas sociales, históricamente determinadas y situadas dentro de las instituciones, que imprimen explícita o implícitamente algún tipo de racionalidad. Estas prácticas constituyen una actividad intencional del docente, que genera una situación de asimetría inicial que irá desapareciendo en tanto el proceso de apropiación de conocimientos por los estudiantes sea exitoso. El objetivo partirá de aceptar que el alumno, piensa, siente, toma posiciones y tiene derecho a defenderlas, creando las condiciones para un aprendizaje significativo y emancipador. En esta tesitura y siguiendo a Davini (2008: 171), “reflexionar y analizar qué se busca con la enseñanza en particular y definir qué aprendizajes se espera que los alumnos logren, constituye uno de los marcos de referencia para organizar y diseñar la enseñanza”. De tal forma, el profesor clarifica sus intenciones al enseñar determinados contenidos y toma conciencia de los aprendizajes que intenta propiciar en los estudiantes. En tal sentido, en el diseño del proceso educativo se conjugan y organizan estrategias de aprendizaje y enseñanza, contenidos, recursos auxiliares y técnicas de evaluación, que tienen como norte el cumplimiento de los objetivos de aprendizaje. El mismo no es una estructura rígida, sino por el contrario, una de sus principales garantías de éxito es su flexibilidad, lo que permitirá la utilización de múltiples recursos, para mejorarlos conforme a la evolución, preferencias, fortalezas y debilidades de sus destinatarios, así como también por las elecciones que ellos/as realicen. Es importante valorar el papel activo y reflexivo del docente en la definición práctica de la enseñanza en función de sus valores educativos, del contexto particular en que desarrollará su actividad y de las necesidades específicas de los sujetos que aprenden. Los docentes siempre somos mediadores activos en la concreción de la enseñanza, incluyendo propósitos sociales, políticos y éticos.
Se requiere valorar también que la didáctica brinda herramientas como apoyo a las decisiones docentes basadas en conocimientos disciplinares y en experiencias prácticas. Asimismo, en la elaboración de las estrategias de enseñanza se imprimirá un estilo personal atravesado por la propia biografía del docente, sus elecciones y sus formas de ver el mundo. Así, las actividades y propuestas del presente plan se encuentran atravesadas por mi trayectoria como alumna de grado y de posgrado, como docente, como investigadora y como abogada en el ejercicio activo de la profesión. El ámbito institucional donde se desarrollará el presente plan como los protagonistas implicados, es la materia Derecho Internacional Privado que se ubica en el último año de la carrera dentro del Plan de Estudios Nro. 6 y es un requisito para cursarla tener aprobadas las materias correlativas: Derecho Privado VI y Derecho de las Sucesiones. Por este motivo, los alumnos llegan a la cursada con un grado de formación similar poseyendo amplios conocimientos jurídicos. Los estudiantes están muy próximos a ser “colegas”.