Un libro coral. Así lo adjetivé en varias de mis notas marginales y en algunas conversaciones mientras lo leía, incluso apelé a esa imagen frente al mostrador de la librería durante un primer acercamiento curioso, asociado a pasar rápidamente sus páginas y detenerme en algunas. Decidí seguir el hilo de estas primeras intuiciones una vez concluida la lectura y busqué argumentos que me permitiesen definir a Infancias argentinas de esa manera. Un libro coral por la polifonía de voces convocadas para analizar visual y textualmente los mundos infantiles en la Argentina desde fines del siglo XIX, voces de investigadoras e investigadores que han estudiado diferentes aristas del proceso de construcción histórica de las infancias y de quienes han narrado acotadas experiencias infantiles en poesías, cuentos y novelas.