¿Cómo es posible que un gobierno de facto, de explícitas orientaciones conservadoras en lo político, oscurantistas en lo cultural y desindustrializadoras en lo económico haya incrementado progresiva, así como heterogéneamente su presupuesto destinado a ciencia y técnica? ¿Quiénes fueron los arquitectos y cuál fue el grado de autonomía de los ejecutores de aquellas políticas científicas? Estas preguntas invitaron a Fabiana Bekerman a dar inicio a una rigurosa, prolija y reflexiva investigación doctoral, la cual ha sido desplegada en la presente obra. La puesta en discusión de algunas dimensiones del sentido común que envuelve a uno de los periodos más trágicos de la historia argentina, cuyas secuelas subsisten y laceran en la actualidad, le ha permitido a la autora desentramar el complejo nudo en torno a la política científica y tecnológica digitada durante la última dictadura militar, que tuvo lugar en Argentina durante los años 1976-1983. En efecto, este libro da cuenta, entre otros, de dos destacados hallazgos: hubo un proceso de transferencia y desplazamiento de los recursos económicos de las universidades nacionales hacia el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), y, a su vez, dicho organismo proliferó de modo descentralizado a partir del emplazamiento de institutos de investigación en diferentes latitudes del país.