Frente a esta propagación de diagnósticos inquietantes respecto al crimen organizado, el tráfico de drogas, el terrorismo y metáforas bélicas que apuntan hacia América Latina; el autor se pregunta:¿Cómo definir cada uno de los problemas, sus magnitudes y sus consecuencias? ¿Dónde marcar los límites entre el delito más individual o desorganizado y el crimen organizado?