En el trabajo integrador final se propuso relevar, identificar, estudiar, registrar y categorizar, los consumos culturales realizados por niñas, niños y niñes de entre 3 y 5 años de edad, en diferentes entornos mediáticos, pertenecientes al sistema de educación inicial en la ciudad de La Plata, en el marco de un escenario de convergencias mediáticas.
Si bien, en un comienzo, pretendimos realizar este registro en instituciones educativas, durante la gestión de la propuesta, tuvimos que tomar decisiones metodológicas que nos permitieran arribar a los objetivos de la presente, de forma más viable. Fue así que nos propusimos hacer un relevamiento de un universo variado, en relación al territorio, al clima social, al género, entre otros aspectos, manteniendo el corte etario propuesto desde sus inicios; asumiendo que, el presente trabajo integrador final no pretende agotar la exploración acerca de esta temática, sino más bien, abrir a una serie de interrogantes devenidos de la experiencia que fuimos compartiendo a lo largo del proceso de investigación, como así también y prioritariamente, compartir unas conclusiones situadas en una interrupción de la práctica investigativa, entendiendo que estos procesos nunca son procesos acabados ni que habilitan una única lectura.
De esta forma, aspiramos que el trabajo integrador final, pueda, a partir de este estudio, visibilizar un tema/problema complejo del campo de la comunicación/cultura, como lo son los discursos acerca de las niñeces que circulan en el entorno mediático y de qué modo y a través de qué relatos entran en diálogo con Elles, como también, reconocer qué plataformas de identificación y referencias se promueven en esa interacción, entendiendo que allí, se construyen apropiaciones de sentidos respecto a sus identidades a través del ejercicio de violencia simbólica.
Asumimos que la Academia se presenta como promotora de derechos y como corresponsable en la aplicación de las normativas vigentes y que el discurso académico debe asumir la responsabilidad que la coyuntura requiere, entendiendo que el mismo se constituye en un discurso legitimante para el repertorio acerca de lo social. Es por ello, que este equipo de comunicadoras, asume su responsabilidad profesional y política, de desmontar estas violencias simbólicas con las que interactúan las niñeces, con el fin de contribuir al cumplimiento y promoción de su derecho a crecer en un entorno que proteja, promueva y los promocione, como agentes sociales y alentando el interés superior del niño, niña y niñe que la normativa supone.