La importancia que tradicionalmente ha tenido la producción agraria en Argentina, en sus distintas expresiones nacionales y regionales, han estimulado la indagación y reflexión histórica sobre los diversos aspectos que hacen a la conformación de esta actividad productiva. El desarrollo del sector agrario argentino ha transitado por una serie de etapas de auge, caída, reactivación y estancamiento; estas oscilaciones productivas estuvieron asociadas a procesos tales como la evolución de los distintos tipos de sujetos sociales, los problemas generados por el sistema de tenencia de la tierra, las transformaciones tecnológicas, los cambios productivos, la situación de los mercados internacionales y las políticas públicas, tanto macroeconómicas como sectoriales agrarias.