En español
La presente investigación busca esclarecer, en primer lugar, el solapado desplaza-miento del poder en la esfera de la salud. Se trata de mostrar, desenmascarando el paradójico uso de los conceptos de "gobernanza en salud", "participación" y "empoderamiento"; la silen-ciosa privatización del poder político en salud a partir de la crítica del Estado de Bienestar ("Gobernanza sanitaria del Banco Mundial" vs. "gobernanza reflexiva en América Latina"). En segundo lugar, se propone repensar la relación entre la salud y el poder desde su diversidad y complejidad; pero suponiendo como condición inexorable la igualdad. En este camino se sugiere ampliar el mismo concepto de salud hacia lo colectivo, lo intercultural, lo ambiental (incluyendo las generaciones futuras). Este concepto de salud se vincula también con el poder popular, expresado en diversas formas de organización colectiva para luchar contra las enfer-medades endémicas y los determinantes sociales regionales. En términos generales, se trata de defender una concepción de salud social, colectiva e intercultural que permita la conjunción de nuevas formas de poder, las cuáles suponen: a- la recuperación del Estado Social de Bienestar y el reconocimiento constitucional de nuevos derechos (derechos de la naturaleza y derechos de diversidad) para la construcción de políticas de salud en sentido amplio, interculturales e interinstitucionales; y, b- la articulación de las citadas políticas públicas distributivas con la representación de los afectados desde condiciones de igualdad, reconociendo sus derechos en pos del "empoderamiento colectivo" de la salud, incluyendo también a las generaciones futuras.
En inglés
: The aim of this work is to clarify, in the first place, the surreptitious shift of power in public health within the context of the present information society. This critical analysis about the paradoxical use of the concept of governance in health care (World Bank vs. reflexive governance in Latin America) shows how both models cover up the same privatization of political power. Furthermore, it intends to propose paths towards revisiting the connection between health and power from the perspective of its diversity and complexity, albeit presuming equality as an inexorable condition. Along this path, it suggests widening the notion of health to include the collective, inter-culture, the environment and future generations. This novel notion of health is connected to popular power, articulated in collective methods of organization against endemic illnesses and regional social determinants. In general terms, the aim is to defend a collective and inter-cultural notion of health that will permit connecting new and diverse styles of power, under equal conditions, which presume: a- recovering the Social Welfare State and acknowledging new rights in the Constitution (e.g. rights of nature and rights of diversity) that will require health care policies, intercultural and inter-institutional; and barticulating those distributive public policies with representation of all concerned, acknowledging their rights, their popular power and social capital, aiming at the collective empowerment of every person’s health, including intergenerational health.