La nítida equivalencia entre los epígrafes de Payró y Bourdieu podría llevarnos a sospechar la obviedad de ciertas leyes de la sociología del campo literario cada vez que las confrontamos con las particularidades de un caso histórico; o, si se quiere, a la convicción de que la Musió no es nunca una fe que impida tomas de posición sociológicamente esclarecidas; o, con menos elegancia teórica, a la ocurrencia de que no hay fase de constitución del campo que no cuente entre sus héroes fundadores con un Bourdieu avant la lettre, incluso fuera o lejos de Francia Alguien podría contraargumentar que para que fuésemos capaces de convertir intervenciones como la de Payró en nuestras propias objetivaciones, hacía falta que Bourdieu nos lo propusiera, Quedaría así planteada una polémica, no menos ideológica que banal, del tipo "lectura contra tecnocracia teórica", o "eureka sociológico contra nada nuevo bajo el sol", que no ahondaremos aquí Porque lo que nos interesa, con el estímulo no importa tanto si indispensable o innecesario de los hallazgos u obviedades de Bourdieu, se refiere a las opacidades que conviene sospechar tras el sujeto transparente que nos presentarían ciertos escritos de Roberto J, Payró.