Ivonne Bordelois, quien ha conquistado con este ensayo el premio Nación-Sudamericana 2005, propone una reflexión sobre el lenguaje que, aunque enfocado sobre las prácticas de la Argentina, tiene sin duda aplicaciones más universales. En el plan hay un eje orientado hacia lo que llama la «ecología del lenguaje», necesaria a causa de la perturbación que acarrea la reducción del concepto de lenguaje a medio de comunicación, mero vehículo o moneda de cambio.