Este trabajo analiza la hibridez del género fantástico que se observa en obras contemporáneas a partir del caso particular de J. K. Rowling y sus novelas. La serie Harry Potter posee un entramado genérico marcado por la hibridez: se solapan elementos fantásticos, épicos, satíricos, costumbristas y policíacos y se construye un verosímil literario. De este modo, se sustrae al relato de las construcciones más clásicas de la tradición fantástica. La obra de Rowling incorpora con especial fuerza elementos de la tradición mimético-realista, los cuales se entretejen con otras series de ingredientes de un modo que sitúa a Harry Potter en relación dialógica (y hasta polémica en términos bajtinianos) con otras obras literarias fantásticas.