Cuando en los últimos días de mayo de 1973, la Juventud Peronista y sus seguidores tomen las universidades nacionales esto parecerá un fenómeno nuevo. Con el objetivo de “constituirse en gobierno […] hasta tanto el Poder Ejecutivo designe al delegado interventor”, o “como repudio ante las medidas tomadas por el anterior gobierno y que comprometen el patrimonio de la Universidad”, o “para evitar el continuismo” de las políticas de la dictadura, estudiantes, docentes y trabajadores ocupan el espacio universitario con el apoyo de las nuevas autoridades nacionales y provinciales que se estaban constituyendo en esos momentos.