Requerido por el Instituto para hacer la semblanza de este espíritu armonioso, como catedrático, como propulsor de la Facultad y como gobernante de la misma, debo expresar que, aparte del cariño y del respeto profesados, las circunstancias de haber convivido a su lado durante casi cuatro decádas, primero como alumno -con todos mis recuerdos de la juventud- y luego como compañero en la enseñanza de las nuevas generaciones, son los títulos considerados, sin duda, al encomendárseme esta honrosa tarea.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)