No es fácil hacer justicia a un volumen que integra en una perspectiva original un conjunto tan rico de lecturas en un entramado histórico cuya complejidad sostiene con solvencia sus hipótesis. En definitiva, lo que esta limitada exposición del mismo quisiera dejar en claro es la certeza que va creciendo al ir avanzando sobre sus páginas, de que Geographies of Philological Knowledge ha de volverse, al menos para aquellos que frecuentan este archivo del saber filológico moderno, una lectura imprescindible. [Extracto del texto original]