Este artículo reconsidera los vínculos entre escritores y Estado durante la modernización de la literatura argentina, cuando algunos de los nuevos literatos y sus prácticas se legitiman identificando las necesidades del nuevo público con las necesidades de la nueva ciudadanía, esto es, respondiendo al mercado-en-modernización (o produciendo para él y bajo sus formas) lo que les demanda el Estado-en-modernización. Estos escritores artistas, que ya no son "políticos letrados", se hacen pedagogos del nacionalismo del Estado o de los saberes del buen gobierno para convertirse en los escritores que demanda el mercado. A la vez, la cuestión puede verse con claridad sólo si se analiza también qué políticas de cooptación de intelectuales desplegó el Estado modernizador. Se ilustran estas tesis con los casos de Roberto Payró, Leopoldo Lugones, Ricardo Rojas y Manuel Gálvez; y se discuten algunas proposiciones de Josefina Ludmer, Graciela Montaldo y Julio Ramos acerca del tema.