Los medievalistas hablan de señorío territorial, propiedad dominical o dominio, para designar el patrimonio nobiliario de la tierra. Lo distinguen del señorío jurisdiccional o banal, es decir, del gobierno. Los alemanes adjudicaron a esta tipología un orden temporal: el señorío, tuvo un florecimiento más tardío, a partir del siglo XII, coincidiendo con la plena feudalidad. Desde entonces se impondrían las rentas en especie y en dinero que reemplazaban a los antiguos trabajos de la reserva.