El presente trabajo está dirigido a analizar y reflexionar acerca de las principales transformaciones espaciales dadas en el sector florihortícola del periurbano platense, en la última década, considerando dicho espacio como una frontera socio-productiva. La misma se caracteriza por ser un espacio dinámico y mutante, en el cual conviven y se entremezclan usos propios de lo urbano y lo rural, generándose en el mismo conflictos socio-ambientales derivados de la incidencia de los distintos actores que en él intervienen. La fragilidad de tal frontera, especialmente dada por albergar en su interior los suelos productivos más importantes a escala regional y encontrarse constantemente a expensas del avance de la mancha urbana de la ciudad platense, requiere de acciones tendientes a lograr la sustentabilidad ambiental de dicho espacio.