En esta etapa de la vida, en el momento en que el ser humano se encuentra con un semejante, se pueden cotejar dos conductas. Por un lado, en el niño, al ser captado por la imago, no se encuentran signos de empatía (Einfuhlung) entre los semejantes. Por otro lado, el comportamiento que prima en las reacciones emocionales es el del transitivismo. Se pueden desplegar a partir de esta observación una serie de situaciones en las que el yo del sujeto queda capturado por la imagen del semejante. Es importante entonces leer esta cita teniendo presentes los desarrollos de Lacan sobre el estadio del espejo.