La Leishmaniasis, es una de las enfermedades tropicales desatendidas, de denuncia obligatoria en medicina de pequeños animales (Normativa Ministerio de Salud de la Nación)[1]. Esta infección es endémica en las Provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Chaco, Santiago del Estero, Formosa y Salta, desde el año 2006. En el ámbito urbano el canino doméstico (Canis familiaris) constituye el principal reservorio para la infección humana. La Leishmaniasis Visceral humana (LV) afecta principalmente a niños de 0 a 15 años, mayores de 65 años, e individuos inmunodeficientes.
Entre otros factores, las migraciones poblacionales y el cambio climático contribuyen a la expansión de las enfermedades transmitidas por vectores. Mantener vigilancia en animales centinela, en áreas vulnerables con elevados índices migratorios, es un excelente recurso a fin de realizar alertas e intervenciones tempranas ante la posibilidad de circulación (aún solapada) del agente y sus hospedadores intermediarios.
Objetivos: Investigar la presencia de protozoos del Complejo Leishmania donovani en un área centinela de la Provincia de Buenos Aires.