La problemática de la antibióticorresistencia genera preocupación en los más elevados niveles de decisión mundial (OMS/OIE/FAO), pues resulta un problema extremadamente severo para la salud pública. En Medicina Veterinaria existen distintas formas de uso de los antimicrobianos (terapéutico, profiláctico, metafiláctico y promotores del crecimiento). En producciones de tipo intensivo hay mayor exposición a promotores de crecimiento. Por ello, deben evaluarse alternativas al uso de antimicrobianos a dosis subterapéuticas, por tiempo prolongado, como posibles responsables de la resistencia. Algunas posibles alternativas son el uso de aditivos, prebióticos, probióticos, control sanitario, vacunas, entre otros. Existen documentos que establecen qué antimicrobianos son críticamente importantes en medicina humana, y no deben usarse en animales. También debemos enfocarnos en la problemática de la multirresistencia bacteriana, la más grave expresión de resistencia desde el punto de vista clínico. Esta puede ser consecuencia de la presencia de múltiples genes de resistencia plasmídicos; o bien, de la sobreexpresión de bombas de eflujo bacteriano sustrato inespecífico. En este último caso, se plantearán distintas alternativas para contrarrestarlo, por ejemplo la inhibición farmacológica con el uso de inhibidores de bombas de eflujo como alternativa prometedora en la lucha frente a la resistencia. Como conclusión, es de fundamental importancia no perder de vista la estrategia más eficaz: el uso racional de los antimicrobianos, pues de otro modo solo llegarnos a generar conocimiento pero no a controlar y minimizar la emergencia y diseminación de resistencia.