La problemática de la antibióticorresistencia genera preocupación en los más elevados niveles de decisión mundial, pues resulta un problema extremadamente severo para la salud pública. La OMS, OIE y FAO han emitido documentos conjuntos fijando posición y haciendo recomendaciones a los países miembros (Joint Workshops Ginebra 2003, Oslo 2004, Seúl 2006, Roma 2007), lo cual denota que es un problema multifactorial y que implica un riesgo creciente en salud humana, salud animal y medio ambiente.
Los antibióticos son utilizados de diversas formas en medicina veterinaria. En primer lugar, el uso terapéutica, para el tratamiento de enfermedades infecciosas, del mismo modo que se realiza en medicina humana. El uso profiláctico, que implica la utilización de medicamentos para la prevención de enfermedades. El uso metafiláctico, que es exclusivo de medicina veterinaria e implica el tratamiento con antimicrobianos del lote de animales después de la aparición de una infección bacteriana en algunos individuos del grupo, con objeto de evitar un brote de la enfermedad. Y por último, el uso como promotores de crecimiento a dosis subterapéuticas.
Las explotaciones intensivas, tal como es el caso de la producción avícola, porcina y bovina (feedlot) son sistemas cuyo objetivo central es lograr rápida ganancia de peso de los animales en cortos periodos de tiempo, a fin de satisfacer las demandas del mercado. Para ello, los individuos se confinan y crecen en grupos de grandes densidades con alimentación estimulada. Uno de los inconvenientes de este tipo de manejo, es la inmunodepresión animal con el consecuente riesgo de adquirir diferentes patologías y generar un contagio masivo con graves consecuencias económicas. Es por esto, que muchas veces se requiere de la implementación de antimicrobianos como herramientas profilácticas, metafilácticas, terapéuticas y promotoras del crecimiento.
Sin embargo, es bien sabido que el uso indiscriminado e irracional de antibacterianos contribuye de manera importante a la selección, permanencia y transferencia de cepas bacterianas resistentes y multirresistentes en el entorno.