La idea de desarrollo vino a promover el crecimiento económico, el aumento en la productividad del trabajo y en el empleo asalariado como valores fundantes del proceso de reproducción capitalista. En la posguerra, el desarrollismo en la periferia operó como la caja de herramientas y marco conceptual para impulsar la forma capitalista del desarrollo, siendo hegemónico hasta fines de los años sesenta. La economía política del capital da cuenta de esos fundamentos y en cada etapa histórica se traduce en lineamientos de la política económica.