Este libro es el resultado de una investigación sobre el delito, el delincuente y las penas en la Argentina, desde 1877 hasta el final del primer gobierno peronista (1955). Se trata de un estudio de interés interdisciplinario, que aborda tanto los saberes e instituciones específicos destinados a administrar el castigo como el modo en que el periodismo escrito elaboró representaciones sobre el tema, con criterios muchas veces divergentes de los que funcionaban entre los especialistas y funcionarios del Estado.