Los estudios generales sobre el movimiento obrero de los años sesenta y setenta en Argentina muestran que la Federación Gráfica Bonaerense (FGB) tuvo un papel destacado tanto en las luchas contra la dictadura de la Revolución Argentina como contra el Acta de Compromiso Nacional que cimentó la política de concertación social del tercer gobierno peronista (James 1990; Jelín 1977; Löbbe (2006); Schneider 2006; Torre 1983; Werner y Aguirre 2007). Como consecuencia, lo político se enlazó con lo gremial de modo explosivo, potenciando la conflictividad en la industria y enfrentando al sindicato con el estado: en 1969, una dictadura intervino a la FGB por varios meses; en 1974, un gobierno elegido por el pueblo la liquidó reemplazándola por el Sindicato Gráfico Argentino (SGA), un retoño de las 62 Organizaciones.