El ser humano se encuentra expuesto a radiaciones desde su nacimiento sin tener conocimientos de ellas y sus efectos.
Existen radiaciones de origen natural que son las provenientes del cosmos, de alimentos, de materiales de construcción y las artificiales (ionizantes) producidas por fuentes utilizadas con finalidad diagnóstica y terapéutica.
Las radiaciones ionizantes son aquellas con la energía suficiente para interaccionar con la materia viva produciendo diferentes efectos. Son utilizadas desde 1895.
La dosis efectiva anual recibida por la población resulta de la radiación natural, adicionalmente un 14 % de la exposición anual promedio creada por el hombre de la cual 10 % es de las radiaciones para diagnóstico y un 4% debida a procedimientos de medicina nuclear, debiéndose aplicar las recomendaciones de la Comisión Internacional de Protección Radiología.
Ninguna dosis es lo suficientemente baja como para ser considerada completamente segura.
Se plantea como propósito la difusión y concientización de la comunidad de Lisandro Olmos y Berisso respecto a esta problemática.
Se crearán grupos de trabajo para la realización de talleres, charlas informativas y proyección de videos, con la finalidad de generar interés y participación referido a radioprotección.