Manuel Vázquez Murillo define el término patrimonio como “un conjunto de bienes que nos llegan de nuestros antepasados, que nosotros utilizamos y que han de pasar a nuestros sucesores, de ser posible, enriquecidos”. Dentro del patrimonio cultural, y junto con el patrimonio arquitectónico y folklórico, encontramos aquél constituido por libros y publicaciones periódicas, así como documentos de archivo, que han sido seleccionados para su conservación permanente por el alto grado de importancia que presentan como fuentes de información para la investigación y para la difusión cultural, y que constituyen lo que se ha dado en denominar patrimonio bibliográfico y documental.