El primer molar permanente, juega un rol determinante en el desarrollo óseo facial, función masticatoria y patrones de oclusión. Es el primero de esta dentición en irrumpir en la cavidad bucal; conviviendo con la dentición temporaria; transformándola en mixta. La cronología de erupción, morfología oclusal compleja, el hecho de que no reemplaza a una pieza temporaria, así como la falta de calcificación; hacen de ésta la pieza permanente más expuesta y con mayores posibilidades de contraer enfermedad. Como consecuencia, un alto porcentaje de niños entre los 6 y 9 años de edad presentan el primer molar afectado por caries. Las complicaciones por destrucción o pérdida prematura de este molar incluyen migración mesial de las demás piezas permanentes, sobreerupción, contactos prematuros en la oclusión, problemas de guías dentarias, pérdida ósea. Brindar conocimientos sobre la aparición e importancia del primer molar permanente a niños, padres, maestros, etc., crear conductas y hábitos preventivos, ratificar dicho aprendizaje, controlar la enfermedad que conlleva a la pérdida de la pieza en cuestión resulta imprescindible . En esta segunda etapa se hace necesario incluir niños ingresantes de 6 años y mantener las acciones en el grupo etario de 10 años, y la incorporación de nuevos establecimientos interesados.