La importancia de la imaginería de la serpiente en el libro II de Eneida ha sido estudiada en profundidad por Knox en su ya tradicional artículo “The serpent and the Flame: The Imagery of the Second Book of the Aeneid” (1950). En este trabajo intentaremos una interpretación de su relevancia acorde con la concepción de la actuación de las divinidades y del destino que Coleman (1982) postula; proponemos que la aparición de la imagen de la serpiente sucede en el contexto de un progresivo cumplimiento del fatum de Troya, según el cual la ciudad debe caer y Eneas debe escapar transportando sus númenes y sus penates. El análisis se realizará centralmente a partir de cuatro episodios: el ataque de Laocoon por dos serpientes gemelas (vv. 199-233); el símil que asemeja a los troyanos con una serpiente escondida en la muerte de Androgeo (vv. 370-382); el símil que vincula a Pirro con una serpiente que emerge luego de cambiar su piel (vv. 469-475); y la aparición de las llamas sobre la cabeza de Ascanio (vv. 679-706).