En los países en desarrollo, la población no posee un adecuado nivel de educación sanitaria, por ello, se observan efectos negativos en los individuos, como el aumento de reacciones alérgicas, encubrimiento de una enfermedad, resistencia bacteriana, entre otras. Gran parte de la población que consume medicamentos de venta libre como el caso de los analgésicos y los antibióticos, piensan que los mismos pueden resultar inofensivos, desconociendo sus efectos negativos. En Proyectos de extensión realizados en escuelas de edad preescolar y escolar, se observó que el 48% de la población infantil es automedicada por sus padres.
Los efectos de la automedicación en las embarazadas se pueden manifestar en el feto. Dependiendo del período gestacional, pueden producirse problemas cardiorespiratorios, malformaciones, alteraciones en el crecimiento del bebé, debido a que los medicamentos atraviesan la placenta. Este riesgo se acentúa en el primer trimestre de embarazo (período en que se forman los órganos del bebé), y al final del mismo, porque la placenta posee un escaso grosor. Dado las graves consecuencias que se pueden ocasionar en el bebé, consideramos oportuno realizar acciones preventivas de automedicación, destinadas a las embarazadas, acompañadas de cambios de conducta en las mismas.