Ricardo Rojas en su Historia de la literatura argentina incluye a Juan María Gutiérrez (1809-1878) en el volumen sobre los proscriptos de la tiranía de Rosas. Lo estudia junto con Sarmiento, Echeverría, Mitre y Alberdi pero señala en él una falla casi imperdonable: no haber escrito una novela de envergadura, no haber creado ni personaje, ni fábula ni teoría particular (Amante, 2003: 164). Esta acusación cierta pero también injusta es comprensible en tanto que Rojas programó una obra ex nihilo, casi sin antecedentes de su tipo y sobre una materia, la literatura argentina, que incluso a principios del siglo XX había quienes cuestionaban su existencia (Barcia, 1999: 209). Además, Rojas consideraba, como otros, que la novela era la expresión más clara de la madurez de un pueblo y de una literatura y éste era el primer parámetro para considerar la capacidad de un escritor (Amante, 2003: 164).