El pensamiento de Hannah Arendt, si bien proviene de la tradición de la filosofía alemana no pertenece a ella ni a ninguna otra tradición, sino que se erige desde el abismo del presente. De ahí, el carácter inclasificable de su pensamiento que se resiste a ser subsumido bajo etiqueta alguna. Y por eso, también, las dificultades que encontramos para orientarnos en su legado que no puede ser encorsetado sistemáticamente. En este trabajo, procuramos aproximarnos al pensamiento de Hannah Arendt sin violentar sus tensiones constitutivas. Para ello, analizamos el posicionamiento de Arendt respecto de la modernidad, en sus dos primeros libros y sin lugar a duda también, dos de sus obras más relevantes: Los orígenes del totalitarismo y La condición humana. No pretendemos reconstruir una concepción acabada de la modernidad en Arendt, sino dejar entrever las fisuras y ambigüedades que la recorren, porque en ellas reside la potencialidad de su pensamiento para afrontar el presente. En este sentido, esperamos poder plasmar no solamente algunos de los conceptos y tesis que Arendt desarrolla en dos de sus obras principales, sino también su actitud vital de esforzarse constantemente por comprender el mundo en el que le tocó vivir.