Las transformaciones del sistema financiero para adaptarse a las peculiaridades de cada país no aparecen en forma automática, sucesiva e independiente; por el contrario, constituyen un proceso verificado a través del tiempo. Por eso es necesario analizar previamente las características específicas de cada sistema, en lugar de tomar una crisis financiera como un apéndidce de las consecuencias y de las medidas implementadas para enfrentar una crisis del sector externo. Este último enfoque resulta insuficiente en el caso de México, debatible en el caso de Argentina.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)