Atendiendo a diversas situaciones de desborde institucional, violencia, inseguridad que atraviesan las escuelas es que nos proponemos habilitar modos innovadores para pensar la convivencia en las escuelas como mecanismo de inclusión. Resulta prioritario construir espacios institucionales de intercambio que propicien la construcción de vínculos necesarios para una buena convivencia, en los que prevalezcan formas dialogadas para expresar en el grupo ideas, conceptos y opiniones. Dichas interrelaciones suceden en una trama social compleja, que excede lo desplegado en las escuelas, pero lo incluye e involucra. Resulta fundamental trabajar la co-responsabilidad de actores sociales, la educación para “hacer” democracia, así como instituir confianza.
El Proyecto desarrollará un trabajo conjunto con escuelas secundarias de entornos de desigualdad social de La Plata, Berisso y Ensenada para enriquecer trayectorias educativas de adolescentes y jóvenes, co-construyendo tramas de acciones para mejorar los aprendizajes de la convivencia, en el marco de la construcción de legalidades y metabolización pedagógica de conflictos. Proponemos co-construir ayudas estratégicas, promoviendo calidad e inclusión educativa; participación estudiantil en prácticas culturales relevantes, apropiación de sentidos en experiencias y construcción colectiva con la comunidad educativa de “una cultura de análisis y resolución de problemas de la escuela”, para contribuir a reconstruir “una ética del semejante”.